viernes, 17 de mayo de 2013

MI RELATO DE MIEDO


¡Hola a tod@s! Hace unos días, os dije que había decidido participar en el concurso Crea tu Relato de Miedo. Pues bien, aquí tenéis mi relato. Me ha costado un poco encontrar la inspiración. ¿Qué os parece? ¿Tengo posibilidades de ganar? ¡No olvidéis comentar!

Salgo corriendo. Parece que haya pasado una eternidad desde esta mañana, cuando todo era perfectamente normal. Mis piernas me pesan, tanto, que parece que no me muevo del sitio mientras corro. Imprimo más velocidad a mi carrera con tal de que mis perseguidores no me den alcance. No pienso nada en ese momento. Mi mente vuela a kilómetros de aquí, hacia un lugar donde no tengo la necesidad de huir. Aunque me conozco la ciudad como la palma de mi mano, acabo doblando en la esquina equivocada, y entro en un oscuro callejón sin salida. El escenario parece sacado de una película de terror. Está todo completamente oscuro, exceptuando un pequeño rincón iluminado pobremente por una farola apunto de apagarse, que chirría envuelta en neblina. Miro a mí alrededor buscando un lugar donde esconderme, porque está claro que no puedo dar media vuelta si quiero evitar a mis perseguidores. Al final, decido ocultarme tras unos mugrientos y mohosos cubos de basura. La mugre se escapa de ellos en un fino hilillo verde, y el hedor que expulsan es insoportable, pero no tengo otro sitio para esconderme. Mientras me escondo, me tapo la boca con la mano para evitar gritar. El sitio está lleno de moscas y ratas situadas alrededor del pequeño cadáver de un pobre gato. Le doy una rápida patada alejándolo lo máximo posible de mi escondite y, justo cuando me agacho, una pareja de hombres encapuchados irrumpe en el callejón. Mis perseguidores. Intento no hacer ningún ruido, aunque tengo la impresión de que los latidos de mi corazón son audibles en toda la ciudad. No se oye nada en el callejón, salvo el chirrido de la farola y los pasos amortiguados de los dos hombres. De repente, uno de ellos habla.
-Está claro que aquí no está. ¿Dónde demonios se ha metido esa estúpida niña?
-¿Te crees que yo lo sé? A lo mejor nos hemos equivocado de calle. Seguro que Ainara sabía que esto era un callejón sin salida.
Un momento, ¿he oído bien? ¿Cómo saben estos tipos mi nombre? ¿Y de dónde han salido?
-No seas imbécil, Corpse. Esa niña conoce la ciudad perfectamente. Tiene que estar por aquí pero, ¿dónde?
-Teniendo en cuenta que no hay muchos sitios donde esconderse, no creo que haya ido muy lejos. Yo buscaré por aquí. Mist, tú puedes buscar al fondo del callejón. Seguro que no tardamos en encontrarla. Recuerda, el plan depende de nosotros y de que encontremos a Ainara.
Estoy aterrada. ¿Por qué me buscan? ¿Qué quieren de mí? ¿Y cómo es posible que me conozcan si nunca antes los había visto? Miles de preguntas cruzan en ese instante por mi embotada mente. Miles de preguntas que no obtienen respuesta. Me asomo un poco, con precaución, para que no me vean, y descubro que uno de ellos está demasiado cerca de mi escondite. Y, lo peor de todo, acaba de sacar un pistola de no sé dónde y se está preparando para disparar. Sea lo que sea para lo que me buscan, está claro que no me necesitan viva. Están dispuestos a matar, si es necesario, a cualquiera que se interponga en su camino, y parece ser que yo soy un claro obstáculo. No sé por qué dependen de mí para lo que sea que están tramando, pero seguro que no me va a gustar.
Uno de los dos hombres, no estoy segura de si es Mist o Corpse, se acerca a los cubos de basura que me sirven de escondite. Me vuelvo a esconder rápidamente, con la mala suerte de que mi colgante de zafiro choca contra uno de los cubos con un estrepitoso sonido metálico. Acabo de descubrir mi posición.
-Mist, creo que la he encontrado.
No puede ser. ¡He sido una estúpida! ¡He descubierto mi escondite por mi insensatez de no tener cuidado! Y ahora, seguramente, voy a morir. Retengo la respiración durante unos segundos. No puedo hacer ni un solo ruido, quizás así piensen que el ruido de antes ha sido imaginación suya. Por desgracia, no tengo tanta suerte. Poco a poco, los débiles pasos de Mist y Corpse se van acercando a mi escondite, un escondite que, minutos antes, me parecía el más seguro del mundo. Las lágrimas comienzan a caer por mis acaloradas mejillas, y un sudor frío corre por mi espalda. Estoy muerta de miedo. Ojalá estos tipos acaben rápido conmigo. Si voy a morir, quiero que sea sin sufrimiento. Pero sé que no van a ser tan considerados. Los pasos suenan cada vez más cerca. Parece que el tiempo se ha detenido por completo, haciendo que mi sufrimiento y mi miedo vayan a más con cada segundo que pasa. Están cerca. Un paso más y puedo darme por muerta. De repente, lentamente, los encapuchados giran hacia la parte de atrás de los cubos. No tengo tiempo ni siquiera de gritar para pedir ayuda porque, en ese mismo instante, Corpse levanta la negra pistola que lleva en la mano. Mis últimos pensamientos no van dirigidos a nadie en particular. Simplemente, me paro a pensar en lo rápido que puede acabar tu vida si no andas con cuidado, y en lo raro que resulta ser asesinada por fantasmas. No me da tiempo a pensar nada más, porque es en ese momento en el Corpse decide apretar el gatillo y disparar. Lo último que llega a mis oídos antes de caer sobre el pequeño cadáver del gato, es la débil risita de los dos fantasmas al saber que han conseguido su propósito. Y, después, nada.

2 comentarios:

  1. Está super bien mariaaaaaaaaaaaaaa!!!!! Eres un aunténtico genio, aunque podría haber acabado un poquito mejor, pero aún así, es uno de los mejores que he leído tuyos.

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    Respuestas
    1. Jaja me alegro que te guste ^^
      Se supone que tenía que dar un poco de miedo, por eso lo de la muerte (además, sabes por experiencia que me gusta matar a los personajes buajajajaja xD)
      Pues eso, que me alegro que te guste. ;)
      ¡Besitos!

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Bueno, aunque siempre lo digo, solo unos pocos me comentan. Un blog se alimenta de comentarios, ¡y la escritora también! Vuestros comentarios me animan a seguir escribiendo historias, reseñas... En fin, ¡cualquier cosa! Así que ya sabéis, ¿por qué no me dejáis un comentario? ;)

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