miércoles, 27 de agosto de 2014

MINI-RELATO

¡Hola, hola! ^^

Lo primero, pediros perdón porque ayer no hubo entrada lo siento, se me pasó >.<

Por eso, la entrada que se debería de haber publicado ayer la publico hoy, junto con la que corresponde al miércoles.

En fin, el mini-relato de esta semana es un poco la continuación de la novela que estaba escribiendo. Subí el principio hace un tiempo para ver que os parecía, así que voy a poneros un poco para que comentéis que os parece y si merece la pena continuarla o no. ^^

Aquí tenéis la continuación de EL MISTERIO DE LA PIRÁMIDE PERDIDA



CAPÍTULO 1: LO QUE SUCEDIÓ AQUEL DÍA DE VERANO
Era una calurosa tarde de verano como tantas otras en El Cairo. Aileen y yo estábamos sentadas a la orilla del río Nilo, hablando de nuestras cosas como siempre hacíamos después de comer. El tema de conversación de hoy eran los chicos. Vaya latazo.
-Bueno, Nicole -me dice con una sonrisa pícara atravesándole la cara-. Confiesa, ¿te gusta alguien?
-Aileen, eres mi mejor amiga, ¿no crees que si me gustara alguien te lo habría dicho ya?
-Jo, Nicole, le quitas todo el misterio a esto, no seas aguafiestas.
-Lo siento, Aileen, pero ya sabes que no me gusta hablar de chicos. Prefiero hablar de otra cosa, si no te importa.
-Bueno, lo que tú quieras -dice, haciendo como la que se enfada-. Cambio de tema. ¿Qué te apetece hacer mañana?
-Estaba pensando en nadar un poco por el río, ya sabes, por la zona del templo.
-¡Nicole! ¡Eso está lleno de cocodrilos!-dice con cara horrorizada-… ¡Cuenta conmigo!
Sabía que se apuntaría. Aileen es mi mejor amiga desde que ambas éramos unas crías. Es algo más alta que yo, delgada, morena y con unos ojos marrón oscuro que le brillan cada vez que la adrenalina le sube por las venas. Se podría decir que es como mi hermana, pero no nos parecemos en nada. Bueno, en el espíritu aventurero que nos corre por dentro.
-¿Qué le vas a decir a tu padre?
-Lo de siempre, le diré que voy a dar una vuelta contigo por el centro de la ciudad. Siempre cuela. ¿Y tú? ¿Qué vas a decir?
-Oh, lo de siempre, que vamos a dar una vuelta por el centro.
Nos miramos y nos echamos a reír a carcajada limpia. Si nuestros padres supieran a donde vamos realmente cuando les ponemos esa excusa, nos matarían.
Pasamos el resto de la tarde charlando sobre lo que vamos a hacer mañana y lo que va a llevar cada una: comida, refrescos, bañador, toalla… Las tardes se nos hacen cortas planeando estas escapadas. Cuando queremos darnos cuenta, ya ha anochecido, y decidimos irnos a casa.
-Nicole, mañana a las siete, acuérdate.
-No te preocupes, nos vemos a las siete en el sitio de hoy. Aunque no te preocupes por coger sitio, a donde vamos nunca va nadie, solo lo conocemos nosotras.
Le guiño un ojo. Es nuestro sitio secreto, a donde vamos cada vez que nos escapamos de casa para vivir alguna aventura. Ella se ríe.
-Bueno, mañana nos vemos. ¡Buenas noches!
-Buenas noches, Aileen.
Nos dividimos en mitad de la plazoleta que separa nuestras casas. Si me asomo a la ventana de mi cuarto, veo su ventana, así que no hace falta salir para poder hablar un rato.
Llego a mi casa con la esperanza de que mi padre no haya cenado todavía. ¡Estoy muerta de hambre! Por suerte, cuando llego mi padre está sacando una pizza del horno de piedra que tenemos en la cocina.
-¡Qué bien huele! ¿De qué es?
-Carbonara, la que a ti te gusta, ¿no?
-Sí, gracias papá.
Voy a mi cuarto a cambiarme antes de bajar a la cocina a cenar. Abro la ventana. En El Cairo siempre hace calor, pero en verano se hace insoportable tener la ventana cerrada en el cuarto. Mientras me cambio, voy buscando lo que me voy a poner mañana. Saco el bañador del cajón y la ropa del armario y lo dejo todo encima de la cama, junto con una mochilita en la que siempre llevo agua, una gorra turquesa de visera plana, mis gafas de sol y un poco de crema solar. Nos vamos de aventura, si, pero en El Cairo el sol pega muy fuerte. Me pongo mi pijama corto rosa y mis chanclas celestes y bajo a cenar.
Cuando bajo, mi padre está terminando de poner la mesa y la pizza ya está cortada. Lo ayudo a poner las últimas cosas para cenar y nos sentamos a comer. Normalmente comemos en silencio. Mi relación con mi padre no es muy buena que digamos. Hace unos años no era así, y me da mucha pena.
Cuando yo tenía dos años, perdimos a mi madre. Estaba de crucero con unas amigas por el río Nilo, según me contó mi padre. El barco se tambaleó un poco con una fuerte corriente muy inusual en el río y mi madre cayó al agua. Podría haberse salvado, pero un cocodrilo del Nilo se le cruzó en su camino hacia la orilla, mordiéndole por la cintura. No conservo muchos recuerdos de ella, pero sí recuerdo que, desde aquel día, mi padre y yo establecimos una relación muy fuerte que, por desgracia, se fue deteriorando con el paso de los años.
Hasta los nueve años, la relación con mi padre seguía siendo muy buena. A partir de los diez empezaron los problemas. Sin el apoyo de una madre que lo ayudara a educarme y a criarme, mi padre se vio completamente solo con una niña muy rebelde y aventurera, que le daba muchos dolores de cabeza.
A mi padre no le gustaba que saliera de aventuras con Aileen, de modo que me castigaba mucho. Y yo, rebelde, me escapaba de casa, haciendo caso omiso de las advertencias de mi padre respecto a las aventuras.
Nuestra relación fue empeorando hasta llegar a un punto en que ya casi ni nos hablábamos.
Pero esta noche, acostumbrada a su espectral silencio, me sorprendió.
-¿Qué tal te lo has pasado hoy, Nicole?
-¿Mm? Eh…bien, supongo. He estado con Aileen en el centro.
-Genial. ¿Y mañana? ¿Qué vas a hacer?
-Aileen quiere salir otra vez y hacer un picnic por el centro.
-Estupendo. Mientras no llegues tarde.
-No te preocupes, papá, estaré aquí antes de cenar.
No volvimos a hablar en todo lo que quedaba de cena, aunque ya era un logro haber tenido esa mini conversación.
Cuando termino de cenar, ayudo a mi padre a recoger la mesa en silencio, siempre en silencio. Antes se hacía un poco incómodo, pero nos acabamos acostumbrado a no hablar. Mi padre se va a ver la televisión mientras yo termino de secar los platos y de guardarlos. Desde el salón, se escucha la voz del presentador de las noticias. Nunca suelo hacer caso de las noticias, pero esta vez escucho algo muy interesante desde la cocina.
-…una nueva pirámide. La mujer quedó atrapada en esta pirámide, la cual no había sido descubierta hasta el momento. Se dice que la mujer había salido a visitar nuestras famosas pirámides y la esfinge cuando se topó con esta extraña pirámide. Seguramente, entraría para ver cómo era por dentro. Dicha mujer llevaba desaparecida varios días cuando se la encontraron cerca de la pirámide, muerta. La policía sigue investigando sobre lo que ha podido pasar. Más tarde seguiremos con la noticia. Mientras, en los deportes…
Eso sonaba interesante. Una pirámide sin descubrir… No estaba mal. A ver, lo siento por la pobre mujer, pero esa pirámide tenía buena pinta. Era un buen plan para una escapada hacia la aventura. Debo recordar comentárselo a Aileen.


Aquí lo tenéis. No es el capítulo entero porque es demasiado largo para una sola entrada. Si gusta, seguiré subiendola poquito a poco para que vayáis viendo el progreso de la novela.

¡No olvidéis comentar y mandarme vuestros relatos de verano para el viernes! ¡Besitos! 

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